PRECIOSO PERO TRÁGICO DÍA.

Un día más nos dispusimos a emprender la ruta prevista. Como siempre quedamos en el punto convenido, (La Parada de Barruelo), a las 07.30 de la mañana. De ahí nos dirigimos por la carretera de los pantanos, hasta el bonito pueblo de Cardaño de Arriba, donde comenzamos la marcha partiendo del aparcamiento y cogiendo el sendero que pasa por el refugio de taña Espigüete, dejando este a la derecha a las afueras del pueblo, siguiendo el sendero hasta un puente que cruza el arroyo Valcave. Al cruzar este puente, giramos a nuestra derecha y seguimos el camino que discurre paralelo al arroyo de las Llomas, avanzando suavemente y ganando altura hasta llegar, tres kilómetros aguas arriba para poder divisar las agujas de Cardaño y a nuestra derecha, la cascada del Ves, proveniente del lago con el mismo nombre. Unos 3,5 Km más arriba volvemos a cruzar otro puente sobre el arroyo para subir una pequeña pala de nieve de pendiente pronunciada ganando terreno hasta llegar al final del valle cerrado por las agujas de Cardaño y el alto del tío Celestino. Estamos en los lagos del pozo de las Lomas, lugar paradisíaco y de espectacular belleza paisajística. Girando hacia la derecha afrontamos la subida al alto del Tío Celestino, por una pala de nieve que te deja sin aliento.
Desde aquí arriba divisamos el precioso valle de Pineda, las lagunas de Fuentes Carrionas, el pico Curavacas, etc..., SIGUIENDO la cresta y con sumo cuidado llegamos al pico TRES PROVINCIAS y desde este afrontamos la última ascensión (PEÑA PRIETA) norte con 2537 m de altura.
El que suscribe llegó sobre las 14.00 horas. Allí disfrutamos de un paraíso paisajístico sin igual.
Poco a poco emprendimos la bajada hasta el pozo de las lomas, donde hicimos parada y fonda para repostar. Algunos atrevidos bajaron esquiando (RUBE y TRIS).
Allí nos enteramos de los tres trágicos accidentes, uno mortal en el Espigüete, otro joven rompió los dos tobillos bajo las agujas de Cardaño y una tercera en el Pico Murcia, la cual cayó provocándose politraumatismos varios. Estos hechos nos recuerdan que todas las precauciones son pocas en la montaña y que nunca hay que bajar la guardia.

En resumidas cuentas, un día para no olvidar.